En 2016, la Organización Marítima Internacional (OMI) llamó a reducir las emisiones de azufre al 0.5% para enero de 2020, y se espera que sigan regulaciones más estrictas. A medida que la regulación busca reducir drásticamente las emisiones generales, muchos actores en la industria del transporte marítimo eligen hoy soluciones a largo plazo para impactar positivamente en el medio ambiente. Parte de ese esfuerzo es elegir GNL.
Como combustible de elección, el GNL supera ampliamente al combustible marítimo tradicional en términos de emisiones locales, produciendo cero óxidos de azufre y prácticamente cero partículas, y hasta un 90% menos de óxidos de nitrógeno. 

El GNL supone un primer paso hacia un futuro mejor y más responsable para el transporte marítimo.